El pasado domingo, 16 de marzo, atravesamos el ecuador del Capítulo General 29. Tras los EE.EE. y la aprobación del Reglamento, la asamblea capitular se sumergió de lleno en los tres núcleos temáticos que, con la metodología de la “Conversación en el Espíritu”, quieren fortalecer “una vivencia fiel y profética de nuestra vocación salesiana”.

El primer núcleo está centrado en la renovación espiritual y vocacional de cada salesiano y de cada comunidad local. La asamblea es consciente de los retos y desafíos que supone esta renovación para ser fieles al carisma heredado de Don Bosco: una profunda vida interior, una coherente identidad consagrada y una auténtica vivencia de los consejos evangélicos en el contexto contemporáneo.

El segundo núcleo, que aborda el desafío de la misión compartida, promueve la sinergia entre salesianos, miembros de la Familia Salesiana y laicos para colaborar más eficazmente en la educación y la evangelización de los jóvenes. La asamblea también es consciente de que este desafío pasa por la formación conjunta, la corresponsabilidad y las nuevas formas de presencia salesiana.

El tercer y último núcleo, que busca verificar y renovar las estructuras de gobierno de la Congregación, aborda temas de liderazgo, gestión de recursos y adaptación de las estructuras a los contextos locales. La asamblea, asesorada por la comisión jurídica precapitular, va afrontando decisiones operativas tras un estudio trasversal de diferentes fichas y propuestas.

Después de un mes de CG29, con algunas deliberaciones tomadas, con una reflexión compartida muy avanzada y a punto de entrar en la semana de discernimiento y elecciones, no puedo más que reconocer que el Espíritu nos está acompañando e iluminando.

• El Espíritu nos invita a cuidar nuestra propia vocación y la de quienes nos rodean para ser más fieles a la vocación que Dios nos regala.
• El Espíritu nos convoca a los salesianos, los laicos y los miembros de la Familia Salesiana a caminar juntos “con” y “para” los jóvenes, especialmente los más necesitados.
• El Espíritu nos propone poner al día nuestra Congregación para fortalecer el carisma heredado de Don Bosco y continuar al servicio de la Iglesia, de la sociedad y, sobre todo, de los jóvenes.

Queda todavía un mes, la mitad del Capítulo. ¡Que el Espíritu siga acompañándonos con su luz, su sabiduría y su valentía!