En estos días de inicio del CG29, tras la sesión de apertura que fue el domingo 16, los capitulares estamos viviendo unos días de retiro previos al comienzo de los trabajos propios de una asamblea como esta. Don Pascual Chávez es quien los anima y lo está haciendo con el cariño de un padre que cuida de sus hijos, hablándoles al corazón, desde la sabiduría que da el haber vivido lo que él ha vivido.
Ya solo por el hecho de formar una gran comunidad durante dos meses con salesianos de todo el mundo hace que este encuentro sea especial. En medio de la diversidad de idiomas, culturas, costumbres y colores, hay una serenidad que habla al corazón de cada uno diciendo: ‘Estás en casa’. También nos sentimos en casa porque nos han acogido muy bien. Todo estaba preparado, hasta el último detalle. Nos están ayudando, con mucha paciencia, a que el grupo de más de 200 capitulares vayamos adquiriendo los hábitos para integrarnos en la vida de Valdocco y del Capítulo.
Pero, para mí, lo que hace más especial el CG29 es que otra vez volvemos a Valdocco para celebrar el Capítulo. Tras tener que terminar el CG28 de manera precipitada, forzados por una pandemia que lo cerró todo, de nuevo volvemos para seguir lo que no pudo concluirse y mirar más allá.
Aquí es donde nuestro carisma adquirió forma, como el barro cobra vida en manos del Alfarero. Aquí es donde todo nació. Donde se unieron la pasión por Jesucristo y la pasión por los jóvenes. Donde creció una Familia que sería familia para los jóvenes y con los jóvenes. Donde algunos de estos jóvenes, al conocer a Don Bosco y descubrirse amados por Dios en él, de una manera tan grande e incondicional, le abrieron su vida y quisieron ser “los don Boscos del mañana”. Donde, más de un siglo después, con una Eucaristía de apertura celebrada en la Basílica de María Auxiliadora, pero que se inició en el patio de Valdocco, los salesianos del mundo afrontamos los retos del mundo de hoy, sin perder de vista que este proyecto sigue estando movido, sostenido y animado por Dios, como lo estuvo siempre. Él es quien sigue contando con nosotros para hacerlo realidad, no al revés.
En estos días de retiro vamos dejándonos iluminar y serenar el corazón, siguiendo los temas que aparecieron en la carta de convocatoria del CG29 y que, como el buen vino, vamos saboreando con calma, iluminados por la Palabra de Dios. El jueves terminaremos estos días de retiro en el Colle. Sin duda serán unos días de volver a don Bosco y escuchar su voz que sigue enviándonos a ser Signos y Portadores del amor de Dios a los jóvenes más pobres.
En comunión desde Valdocco.
